Hambre en Venezuela

Leydis Mariana Farfán.

Testimonio

“Hoy desayuné yuca y voy a almorzar yuca. Hasta hace dos días solo teníamos sal y un poco de harina que quedaba, no habíamos podido conseguir nada. En este momento lo que hay en la nevera de mi casa hay lo que compramos ayer: dos paquetes de pasta, uno de arroz y un litro de aceite. Mi hermano mayor y yo logramos comprar en Mercal, pudimos hacerlo por ser del mismo sector, acá no es por cédula sino por zona pero como son muchas, en ocasiones no hay nada para comprar. Solamente la cola.

Yo gano 15.000 bolívares y además recibo 18.000 bolívares en CestaTicket, pero como eso no lo aceptan en Mercal los tengo que cambiar con una gente por ahí.

En lo que va de 2016 he comprado tres pollos y en ningún momento carne. Huevos sí porque un señor nos los vende a crédito, vamos pagando por partes. Los fines de semana compramos yuca y ocumo para hacer un caldo y a veces le ponemos sardinas.

En casa comemos siete, aunque mis hermanas de 15 y 16 años viven con sus parejas, van a casa a comer. Trabajamos mi padre y yo, pero a él le pagan parte de su trabajo con licor. Puede estar sin comer pero no sin tomar. Tiene un problema de alcohol.

Tuve a mi niña, Victoria, a los 15. Ahora tiene 4 años. Ya reconoce las letras. Es muy inteligente, aprende rápido y le gusta comerse una empanada en la mañana. Se la compro con un jugo cuando la dejo en el preescolar y me voy sin comprar para mí, porque si lo hago me quedo sin dinero para el pasaje. Me da hambre y también dolor de cabeza. Mi jefe en el trabajo, comparte conmigo el almuerzo que trae de su casa cuando sabe que no he comido. Todos mis compañeros de trabajo me dan algo de comer. Ellos son muy buenos conmigo. El papá de mi niña me dice que no le alcanza el sueldo para pasar algo para darle de comer a ella. El preescolar cuesta 16.000 bolívares al mes. A mí sí me tiene que alcanzar…

Yo camino para ahorrar pasaje y no desayuno para que Victoria lo haga. La he llevado al cine una sola vez. Lucho por ella todos los días. Nosotras estamos bien, pero mis vecinos no. Ellos sí pasan hambre: solo comen mangos de una mata que está cerca de la casa”

Leydis Mariana Farfán. Asistente administrativo. 20 años de edad. Guatire, estado Miranda.

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